A
lo largo de las tres últimas décadas, la asistencia sanitaria en España ha
evolucionado desde una organización del tipo seguro social sanitario,
financiado mediante las cuotas de lxs trabajadores y empresas, hasta un Sistema
Nacional de Salud basado en los principios de universalidad y equidad,
constituyéndose así, como decimos, en uno de los pilares básicos de nuestro
incipiente estado del bienestar. Fruto
de la larga lucha librada por una mayoría social, hemos gozado de uno de los
sistemas de Salud más solidarios y equitativos del mundo, sistema que ya
hemos empezado a perder.
En
el contexto actual de crisis generada por la especulación, se está propiciando
una intensificación del desmantelamiento
de los servicios públicos, difundiendo la falacia de que la sanidad pública es
ineficiente y no rentable. Con este y otros pretextos, políticxs y
empresarixs están transformándola en un
negocio seguro. Seamos conscientes de que las empresas que gestionan la
sanidad privada y las concesiones son empresas como Bankia, es decir, empresas
que han tenido que ser rescatadas con dinero público por su mala gestión. Y
tengamos por seguro que lo que nos
proponen no es una Sanidad Pública, ni universal, ni gratuita, ni de calidad.
Para
el próximo año 2013 hay un recorte presupuestario del 22,6% con respecto
al 2012. A
las medidas ya decretadas (exclusión de
los inmigrantes sin permiso de residencia, repago farmacéutico incluso para pensionistas y repago en prótesis y transporte sanitario
no urgente) y a su incidencia en el aumento de las listas de espera, se
suma un mayor recorte de la cartera de
servicios.
Por un sistema sanitario público, universal, equitativo y de calidad.
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