Hace apenas tres meses aparecía en portada de uno de los medios de referencia de la prensa internacional, el artículo que a continuación enlazamos. Un medio por otra parte, poco sospechoso de ser “antisistema”. Nada menos, que el New York Times. Sin embargo, el impacto que tuvo el citado artículo en la prensa española, fue prácticamente inexistente. Ninguno de nuestros grandes periódicos o canales de televisión se hizo eco del mismo, a diferencia de otras ocasiones en las que la prensa norteamericana hace, aunque sea de manera breve y en páginas interiores, alguna referencia a asuntos españoles.
La razón para ese olvido u omisión hay que buscarla en el propio contenido de esa información, incómoda para uno de los poderes intocables de este país.
La riqueza secreta de un banquero es el titular de este artículo de Landon Thomas y Rapahel Minder (publicado el 20 de septiembre). Los peridistas ponen en antecedentes a los lectores norteamericanos sobre un personaje español, Emilio Botín “un multimillonario banquero español, renombrado por dirigir uno de los más grandes bancos de Europa”. Recuerdan como “cada verano, solicita a sus ejecutivos del Santander que acudan hasta su lugar de vacaciones para informarle detalladamente sobre los riesgos de crédito. Y requiere que la cúpula de su fundación caritativa le informe euro por euro hasta de las más pequeñas donaciones”.
Pero no todo es caridad. Los periodistas aseguran que, sin embargo, “hay un tema no tan pequeño, que el señor Botín no ha podido mantener bajo control”. Se trata de “una cuenta bancaria en Suiza abierta por su padre hace mucho tiempo, que creció hasta un tamaño tal que cuando las autoridades españolas descubrieron su existencia el año pasado, Botín y otros miembros de su familia pagaron 200 millones de euros en impuestos para evitar cargos por evasión de fiscal”.
También hay una “versión española” (o al menos en castellano) en este enlace.
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