miércoles, 7 de diciembre de 2011

La Constitución "apoya" las protestas del 15-M. (Texto de Francisco Palacios, en la semana del "puente de la Constitución")

Aprovechamos estos días de puente y conmemoraciones de la Constitución española para publicar -en bloques diarios debido a su extensión- este texto del profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Zaragoza, Francisco Palacios, que recoge la conferencia que ofreció a finales del pasado junio (en la plaza de Navarra), dentro de la ‘Universidad de la plaza’ del movimiento 15-M de Huesca.

Palacios, que ha ejercido de asesor indistintos procesos constituyentes internacionales, analiza el movimiento del 15-M y sus reivindicaciones, a partir del texto constitucional. Este análisis, que no se resiente a pesar de las semanas pasadas, explica esta “rebelión” pacífica como respuesta a la quiebra del “contrato social” que garantizaba determinados derechos en nuestro país. Palacios desagrana reflexiones que dan argumentos y apuntalan las reivindicaciones políticas y sociales del movimiento, al tiempo que nos acerca derechos olvidados y afirmaciones ignoradas de la ‘carta magna’ de 1978, que pueden/deben ser reclamadas públicamente.

Con esta especial mirada al 15-M -casi provocadora-,que sin duda generará debates, iniciamos la sección [Con Firma] que recogerá aportaciones de especialistas sobre los aspectos que trabajamos.

Las opiniones recogidas son de quien pone la rúbrica (y el esfuerzo de elaboración), y no son necesariamente asumidas colectivamente por un movimiento tan plural como es el del 15-M. En este caso tampoco. Desde aquí aportamos estos textos "con firma" para la reflexión y el debate -y también para que quede refelejada la pluralidad y riqueza de ideas en que nos movemos-. Que disfrutéis de ellas.


 [Tengase también en cuenta que el texto está escrito, antes de la reforma exprés de la constitución, realizada por PSOE y PP, tras el verano de 2011, atendiendo a presiones externas. Pueden leerse, a la luz de ese proceso, nuevos matices en la parte del artículo que habla de la sobreranía].



[Con Firma]
Antisistema son ellos:
Bases constitucionales para la protesta del 15M.     [1ª Parte]
(10 puntos de aviso sobre la ruptura del contrato social y del pacto constitucional)

Por Francisco Palacios Romeo, Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Zaragoza. (Escrito para la memoria, en el verano de 2011)


“La sabiduría hace a las personas tímidas, por lo cual veis fácilmente a los sabios en la pobreza, en la estrechez y en la oscuridad, despreciados, desconocidos y olvidados. En tanto a los estultos afluye el dinero, tienen en las manos la gobernación del Estado y, en fin, prosperan de todos modos”.
Erasmo de Róterdam (Elogio de la Locura, LXI)



[Introducción. Es junio]
Por un lado están/estamos las gentes-15 M que han tenido el valor de tirarse a la calle y en la calle para pedir simplemente democracia real ya. Por otro lado son ellos, los que nos miran con desprecio o ira, los que nos impugnan como ignorantes, ingenuos o erráticos para, finalmente, escupirnos el clásico estigma: antisistema.

Sin embargo, una vez más, la realidad se escribe al revés. Una vez más mienten: no hay una sola reivindicación en los textos base de Democracia Real Ya, -los que dieron origen a la movilización del 15M- que no se inscriba en el espíritu constitucional y que no tengan reflejo directo en su articulado. Mienten cuando intentan hacer pasar por peticiones del movimiento lo que son polimorfos debates sobre centenares de temas a modo de sugerencias individuales, que se plantean en un ambiente asambleario, abierto y que, por definición, son asistemáticas, dispersas y numerosas. Ambiente deliberativo que por si mismo es ya el objetivo principal de la movilización, sin pretender ni querer llegar en treinta días a un infalible recetario político. Pero ha quedado muy claro que no se puede pedir a una buena parte de la clase política, mediática o académica que sepan entender en qué consiste la deliberación, las dinámicas asamblearias y ni tan siquiera los rudimentos participativos.

Mienten también cuando hablan de que el objetivo es la demolición de las instituciones y de la democracia representativa cuando, más bien es al contrario. Es un objetivo del movimiento su catarsis, control ciudadano y ejercicio transparente.

La realidad que han ignorado es cómo las movilizaciones son, ante todo, una rebelión constitucional que alerta sobre la demolición de las esencias constitucionales y la consolidación de sus excrecencias. Reivindican el hecho constitucional bajo presupuestos muy básicos, que ahora están siendo sistemáticamente demolidos por la clase política y por la clase económico-social hegemónica. Estos últimos venden un texto constitucional florido y edulcorado, se parapetan y legitiman en un documento solemne para, una vez que éste es procesado normativa y administrativamente, dejarlo reducido a despojos y deshechos, bajo una estructura orgánica epatante, coronada con la púrpura dinástica de los verdugos de nuestros antepasados. En este sentido, ellos y sólo ellos son los auténticos anti-sistema.

Por ello, el movimiento ciudadano es rebelión. Pero una rebelión que no necesita sino mirar a ese texto constitucional burlado y quebrantado y, para más inri, coronado… con espinas. El 15-M se rebela hacia la Constitución para recuperar la Constitución.


1.         Rebelión contra la quiebra del pacto social constitucional y contra la quiebra del principio de soberanía popular y nacional.
La ciudadanía ha dejado en evidencia la quiebra de una práctica política básica de los derechos fundamentales, la quiebra del principio de igualdad y la ruptura de un ejercicio mínimo de la soberanía.

Las constituciones son, en teoría, un gran contrato social. Son un pacto entre el Estado y los ciudadanos por el cual el ciudadano soporta y admite:
a) la función represora y ordenadora del Estado;
b) límites a su propia libertad y capacidad para hacerse y disfrutar de bienes y espacios físicos y naturales, a veces límites muy desigualmente repartidos y explotados por parte de beneficiarios excluyentes;
c) incapacidad material para elegir dónde vivir y convivir con tus comunes, amigos o familias;
d) la ordenación de todas las formas de administración, formación, información y fiscalización.

¿A cambio de qué el ciudadano admite la intervención e imposición de un sistema de orden cerrado e inexpugnable de prohibiciones, homologaciones, permisos, licencias y propiedades por parte de ese ente artificial que es un Estado? ¿A cambio de nada o de simples expectativas? No, a cambio de una serie de derechos civiles, políticos y sociales. A cambio de una organización democrática de la sociedad y a cambio de que el estatus de desigualdad vaya limándose y equilibrándose. Y es el Estado el encargado de hacer valer tales derechos, tal principio democrático y tal principio de igualdad a través del ejercicio de un instrumento esencial: la soberanía. La soberanía es el elemento fundamental del Estado, sin soberanía no existe el Estado tal y como se contempla desde los primeros teóricos del Estado y de todas las teorías sobre su legitimación.

¿Qué es la soberanía? La soberanía es la capacidad y obligación del Estado -a través de sus representantes legítimos- de imponerse sobre factores de poder, sobre grupos de presión, tanto externos como internos y mantener su independencia respecto a otros Estados.  Así de simple y así de contundente.

La soberanía no será ese espantajo retórico, adornado con solemnes banderas e himnos. Esa a la que nos tiene acostumbrados cierto tipo de derecha o de progre-burguesía y tras la cual sólo se esconde la negación de la misma, es decir, su sumisión servil e interesada a los grupos de poder que sistemáticamente imponen sus criterios, intereses y modelos de dominación al resto de ciudadanos, que quedan convertidos de esta manera en ciudadanos-siervos al servicio de los ciudadanos-señores. La soberanía no es una camiseta futbolera o una banda de música militar sino el concepto central de todo marco de convivencia estatal.

El contrato social y el pacto constitucional son una cosa, los pactos del euro se corresponden con las contrarias.



 [...] Continuará...en este blog, en este enlace.
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1 comentario:

  1. ESTE SISTEMA DE VIDA NO ES DIGNO Y SU PUTA CONSTITUCIÓN NO ES DIGNA ESTA HACIENDO FALTA LUCHA OBRERA PERO DE LA DE VERDAD TODOS LOS OBREROS Y PARADOS ARMARNOS Y ACABAR CON TODOS LOS POLÍTICOS CORRUPTOS Y CON LOS BANQUEROS USUREROS Y TODOS AL PAREDÓN POR DELITOS CONTRA LA CLASE OBRERA

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