sábado, 9 de febrero de 2013

"Recortar en lo necesario, gastar en lo superfluo". El gasto público en Aragón


Esta semana conocíamos que el Gobierno de Aragón, con el dinero de tod@s, ha pagado  un millón de euros por la deuda del club de futbol Real Zaragoza, al que había(mos) avalado. Simultáneamente los medios nos contaban, por ejemplo, que las escuelas infantiles municipales altoaragonesas, en su mayoría, no pueden asegurar su continuidad el curso que viene si ese mismo Gobierno no se compromete con su financiación. ( También aparecía en las páginas de los periódicos una situación que ya denunciamos hace meses, y que indica el grado de desigualdad e injusticia que va instaládose en nuestra sociedad: alumnos de institutos oscenses no pueden acudir bien alimentados a clase por las circunstancias a que estas políticas condenan a sus familias). 

Quizá alguno de estos ejemplos podría haber formado parte de este artículo --escrito con anterioridad-- por el periodista José Luis Trasobares que incluimos en esta entrada, y que recoge el espíritu, y también parte del contenido de su intervención en el ciclo 'La Universidad de la plaza', del movimiento 15M de Huesca, el pasado 17 de enero, junto al profesor de economía de la Universidad de Zaragoza, Jorge Bielsa, en la que analizaron la problemática de la deuda pública en España, y  casos especialmente del gasto público en Aragón.

Te dejamos con el artículo de este analista de la política aragonesa (ver su serie del artículos "El Independiente") , que a pesar del tiempo pasado desde su redacción (1), sigue aportando claves y tendencias en el uso (o mal uso) del dinero público en Aragón, y de algunos de los vicios y ficciones sobre los que se asienta. (Si quieres conocer la línea de intervención de Jorge Bielsa, sobre la deuda, en la charla citada, tienes un vídeo de una anterior en esta entrada publicada con motivo del "rescate" de la banca).


[Con firma] Recortar en lo esencial, gastar en lo superfluo


Por José Luis Trasobares, periodista
 


En Aragón, miles de niños se quedaron sin beca mientras el Gobierno “invertía” más de diez millones en una carrera de motos

Proyectos sin ningún futuro continúan devorando enormes cantidades de dinero público que acaban en bolsillos muy privados.



En el comienzo de este curso, 33.000 niños aragoneses se quedaron sin beca para libros y/o comedor, de la misma forma que más de mil profesores interinos perdían su contrato (salvo los de Religión, que milagrosamente han quedado a salvo de los ajuste) y en la sanidad se multiplicaban las listas de espera en paralelo a constantes reducciones en las plantillas de hospitales y otros centros. De forma simultánea, el mismo Gobierno autónomo que recorta sin compasión en los servicios públicos se gastaba una cifra indeterminada (probablemente más de diez millones de euros) en un fin de semana de emoción y motos en el circuito de alta velocidad de Motorland. No cabe mayor contraste. Es evidente que el supuesto retorno a un manejo más conveniente y austero de los recursos institucionales se ha hecho de forma caprichosa, arbitraria y sospechosa: se “ahorra” en lo esencial mientras se gasta alegremente en lo superfluo. En ese sentido, el relevo del PSOE por el PP apenas se ha notado. Claro que para dar continuidad a la broma ya está el PAR, elemento transversal que apadrina no pocos de los dispendios habituales.

La gran noticia previa a celebrarse en Motorland el GP de Motociclismo fue una rebaja del 17,4 % en el canon que se lleva Dorna, la empresa organizadora del campeonato (que por cierto está presidida por un tío carnal del propio director de los circuitos alcañizanos). En vez de pillar en crudo siete millones por cada edición, “sólo” se levantará cinco millones ochocientos mil euros. El contrato vigente (aquel que se firmó en secreto y no se pudo conocer hasta que las Cortes negaron su presunta confidencialidad) pasa de un monto total de 3,6 millones hasta el 2016 a 32 milloncicos de nada. ¡Una ganga!

Claro que el coste de las carreras de motos supera en mucho el dichoso canon. Además, el Gobierno de Aragón-Motorland ha de poner el personal de seguridad y mantenimiento, las tribunas, las zonas de acampada, los aparcamientos, los seguros del personal de Dorna y de todos los integrantes de los equipos participantes (pilotos incluidos), un dispositivo de atención médica integrado por más de veinte profesionales, la publicidad…. O sea, entre diez y quince kilates (sin contar los quinientos policías y guardias civiles encargados de dar cobertura a la prueba. Según el consejero de Industria, Arturo Aliaga, por cada uno de esos euros “invertidos” hay un retorno de seis. El dato no se fundamenta en estudio alguno ni puede ser tomado en serio, aunque los medios lo aceptan cual artículo de fe..

Motorland está acumulando pérdidas por ejercicio que suelen superar los dos millones de euros. Pero eso es después de haber ingresado decenas de millones procedentes de diversas fuentes públicas. De hecho, el complejo de Alcañiz es el principal beneficiario del Fondo Especial de Teruel, del que recibe cada año decenas de millones.



Más agujeros negros


Pero no nos obsesionemos con Motorland. En los últimos meses, otras sociedades públicas dependientes del Gobierno de Aragón han tenido que ser refinanciadas mediante operaciones multimillonarias avaladas con el dinero del contribuyente. Clamorosos errores de gestión han dejado soberbios agujeros en muchas de dichas sociedades, cuyos débitos actuales podrían oscilar entre más de seiscientos millones de euros (cantidad reconocida oficialmente) y ochocientos millones (cálculo oficioso que parece ceñirse mejor a la realidad).

Es lógico que el consejero de Hacienda, José Luis Saz, confiese una inquietud próxima al pavor cuando se le pregunta por las malas cuentas de Aramón, PlaZa y otras empresas relacionadas de una u otra forma con el negocio inmobiliario. Todas ellas están en la quiebra más absoluta; también aquellas que inicialmente tenían algún fundamento.

Pero no se piense que el dinero sale de la Corporación de Sociedades Públicas sin ton ni son. Qué va. Según el último informe de la Cámara de Cuentas (organismo auditor de las instituciones aragonesas) en 2010 el conglomerado empresarial había contratado personal sin ningún control y sin cubrir los puestos mediante convocatorias abiertas. No existía un baremo razonable de los sueldos (algunos directivos cobraban más que el propio presidente de la Comunidad) ni de los pluses por consecución de objetivos… Y estamos hablando de una Administración paralela que moviliza todavía hoy a mil y pico empleados.

Han colocado amigos y conmilitones (es famosa la correlación entre los contratados por Sodemasa y las listas que presenta el PAR a las municipales en algunos pueblos). Han adjudicado obras y servicios a empresas “próximas” (también dieron mucho que hablar los tratos entre PlaZa y Agapito Iglesias). Y, finalmente, las sociedades creadas desde el Pignatelli para agilizar el desarrollo de proyectos que teóricamente no podían ir al cansino paso de las administraciones han acabado convertidas en un ejemplo de despilfarro, nepotismo y probables prevaricaciones.

Todo sigue igual


En gran medida el esquema básico de lo que podríamos denominar “gasto descontrolado no productivo” proviene del Gobierno anterior, PSOE-PAR. Sin embargo yerra quien crea que la fiesta se acabó con la llegada de los brutales recortes impuestos por la Administración Rudi. Es cierto que se ha producido la fusión o desaparición de algunas sociedades públicas, pero el grueso sigue funcionando como antes. En cuanto a los ajustes de plantilla y los despidos, se han llevado a cabo de forma caprichosa, desorganizada y a menudo con un marcado carácter de purga política.

El PP también tiene que repartir, tiene que colocar, tiene que responder a compromisos explícitos o implícitos con sus amigos. Como hizo el PSOE y hace (sin perder comba) el PAR, utiliza no sólo el coladero de la Corporación de Sociedades Públicas, sino también el habitual desarrollo de concesiones, concursos, contratos y nombramientos. Marcelino Iglesias mantuvo cebados, mediante tales procedimientos, a los buenos amigos y a quienes podían convertirse en malos enemigos. Rudi no puede estirarse tanto. Pero… ¿Duda alguien de que la próxima adjudicación del desarrollo y mantenimiento de los servicios informáticos del Gobierno aragonés tenga ya nombre y apellido? (1) ¿Cabe dudar de que el beneficiario será una empresa integrada en el principal grupo de comunicación de esta Comunidad, al frente de la cual ha sido puesto (muy convenientemente) un conocido cuadro del PP exconcejal del Ayuntamiento de Zaragoza?

El dinero que no cobran las residencias de ancianos o de discapacitados que han conveniado plazas con el IASS o los centros especiales de empleo que deben recibir aportaciones del INAEM va y viene por otros rumbos. Hay menos, sin duda. Pero el que hay no siempre se dirige a destinos razonables. El problema no se resuelve ni vendiendo al mejor postor los coches oficiales más baqueteados (pese a lo cual la consejera de Educación, Dolores Serrat, tiene dos chóferes a su disposición) ni reduciendo el número de diputados en las Cortes (aunque para lo que hacen algunos, tanto daría). No, lo fundamental es reorganizar por completo la estructura del gasto y mejorar la captación de ingresos. Pero de eso no quieren hablar quienes gobiernan.

En el Servicio de Urgencias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza faltan almohadas. Hace tiempo que no llega dinero para reponerlas, y las enfermeras acomodan a los pacientes ubicados por los pasillos en simples camillas colocándoles bajo la cabeza una manta doblada. Pero la CREA, la gran patronal aragonesa, lo que pide es ampliar la estación de esquí de Formigal hasta Astún y Candanchú. Costará un huevo y destrozará Anayet y la Canal Roya. ¿Y si luego no nieva?

Lo siento, pero así está la cosa.




(1) Este artículo se publicó en el número 96 de la revista La Calle, de la Federación de Barrios de Zaragoza, en octubre pasado.




Acampada de Huesca, 15M. Foto: J. Larrosa


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