Quienes conocen a Nacho –nosotrxs le hemos conocido
como colaborador en la creación cinematográfica de la realizadora oscense Irene
Bailo- no dan crédito a las acusación que habla de actitud agresiva e insultos.
Y recuerdan que decir “vergüenza” no es
un insulto, aunque se diga -y se sienta- eso ante la intervención de
policías, que se supone están para defender derechos y no para provocar
agresiones (y avergonzar a sus ciudadanxs).
Esta es la narración de los hechos que nos trasladan
en la convocatoria:
"Vergüenza,
Siento vergüenza"
“La
noche del 26 de mayo un grupo de personas fue testigo en Barcelona, de cómo un
joven estaba siendo detenido de un modo extremadamente violento por la policía.
En cuestión de segundos, otro grupo de agentes evitaba que se acercasen a él
mediante golpes de porra, insultos, empujones...
Por
si no había sido suficiente, el grupo de personas continuaron siendo agredidas,
teniendo que escuchar de boca de un "supuesto" agente (puesto que no
iba uniformado y se negó a identificarse) esta frase de apología franquista:
"Ójala Franco resucite".
A escasos metros Nacho, uno de los
testigos de esa detención brutal, fue retenido violentamente. "Me aplastaron la cara contra el suelo,
me sostenían entre varios y me dieron
porrazos en las partes menos visibles y no por eso menos dolorosas de mi
cuerpo. Me pusieron unas esposas y me
llevaron a rastras hasta un coche en contra de mi voluntad, a pesar de que
me ofrecí a ir caminando." Se le privó de libertad hasta la mañana
siguiente, que tras ser denunciado por desconsideración a la autoridad pudo
salir de la comisaría de Les Corts.
La policía acusa a Nacho de haber
actuado agresivamente contra ellos, de insultarles, de resistirse y no querer
identificarse. Todo ello es falso. Lo cierto es que lo único que hizo fue
expresar lo que sentía ante lo sucedido: "Vergüenza,
Siento vergüenza".”
(https://www.facebook.com/events/473938289365592/)
(https://www.facebook.com/events/473938289365592/)
“¿Cuantos casos de detenciones
irregulares y de abuso policial hacen falta para que reaccionemos ante la
impunidad policial?”,
se preguntan amigxs, familiares y gente solidaria que participa en esta
iniciativa.
Lamentablemente
cada vez son más frecuentes los casos que conocemos de abusos, violencia o
intimidación, -que parece amparada o promovida por poderes públicos, o al menos
coincidente con sus objetivos contra la población-, realizados por personas, de
cuerpos policiales, que deberían dedicarse a proteger la convivencia. Y los
Mossos de Esquadra, tienen ya, lamentablemente, una triste historia negra. Amnistía
Internacional ha mostrado su preocupación por estas prácticas en nuestro país
(ver abajo).
No
podemos consentir situaciones que destruyen la democracia y la
convivencia, prácticas que pretenden generar miedo en la ciudadanía para que no ejerza sus derechos y su libertad, o que pretenden desacreditar al discrepante. Ni debemos aceptar la indefensión que sufren personas
acusadas por la policía, cuya presunción de veracidad sin
necesidad de probar lo que se afirma, genera un lamentable caldo de cultivo para el
abuso.
Amnistía
Internacional:
Imágen del evento de apoyo a Nacho Ferrer |
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