La llegada de refugiados procedentes de de Oriente Próximo y otros lugares en guerra o con grandes problemas para desarrollar una vida digna, y la cerrazón de las instituciones europeas y de los gobiernos nacionales, que están bloqueando su acceso e incumpliendo las más mínimas exigencias de los Derechos Humanos, está conmocionando a la sociedad.
Numerosos colectivos sociales, ciudadanxs y algunos ayuntamientos están articulando respuestas para estas problemáticas al márgen de esos gobiernos, además de protestas y campañas que tratan de forzar un cambio de políticas que evite más muertes y más sufrimiento.
La Comisión de Ayuda al Refugiado plantea unas exigencias mínimas a la UE para hacer frente a esta situación:
- Desarrollar una nueva política de asilo y migración europea en la que se priorice a las personas y los derechos humanos.
- Poner en marcha una operación de rescate y salvamento eficaz que cuente con los medios y el alcance necesarios, cumpliendo con el deber de socorro, con el fin de evitar más muertes en el Mediterráneo.
- Habilitar vías legales y seguras que garanticen el acceso al derecho de asilo a las personas refugiadas evitando que tengan que emprender travesías mortales para obtener protección en un país seguro. Para ello es necesario:
- Reforzar los programas de reasentamiento en coherencia con el número de refugiados existente, asumiendo un reparto equitativo y solidario entre todos los estados
- Garantizar la posibilidad de pedir asilo en embajadas y consulados en los países de origen y tránsito
- Activar políticas de concesión de visados humanitarios
- Eliminar la exigencia del visado de tránsito para aquellas personas que proceden de países en conflicto
- Hacer realidad la Directiva Europea de Protección Temporal activando el mecanismo contemplado para hacer frente a emergencias humanitarias Abordar las causas que provocan los desplazamientos forzados
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