Los mercados temen a la democracia (y muchos políticos también): No habrá referendum en Grecia

Los ciudadanos griegos se han quedado sin la posibilidad de decidir sobre su futuro. El referendum sobre su "rescate" por la Unión Europea (una "ayuda" que implica nuevos y numerosos sacrificios para la población) no se celebrará.

Desde que el gobierno griego anunciase el pasado lunes la celebración de esta consulta numerosas presiones se han sucedido para evitarlo. Los mercados fueron los primeros en condenarla con su evolución negativa, dejando claro quien manda. Pero atrás no se quedaron, rechazando la iniciativa y lanzando nada veladas amenazas contra Grecia,  los gobiernos del G-20 y de la Unión Europea  (países democráticos...,!? ) . Cuando el referendum se ha anulado todos -incluida la ministra española de economía (PSOE)- se han apresurado a mostrar su "satisfacción" (políticos de países democráticos...,?!).

Los intereses de los mercados no son los de la gente. Si mandan las personas, ellos no mandan. Si la economía sirve a la ciudadanía, no sirve a esa poderosa minoría [Ha rimado ; ) ]. No quieren referendums (ni necesitan democracia). No nos extraña su posición.

Pero es chocante que gobiernos y políticos de nuestras 'democracias' no se apresuren a aplaudir que las decisiones las tome la ciudadanía. ¿A quién sirven entonces? ¿Reflexionamos sobre esto en el periodo electoral  que se nos avecina?

Los ciudadanos griegos se han quedado sin la posibilidad de decidir sobre su futuro. Tan sólo les queda una: seguir movilizándose ( ¡Grecia no estás sola! En la indignación te acompañamos. Y quizá pronto en el pozo sin fondo de la deuda -y del empobrecimiento de las gentes de a pie-. )



[Y mientras, hoy, en el mundo ...:
Los indignados de Estados Unidos ocupan uno de los mayores puertos del país.
Los ucranianos protestan ante su parlamento por los recortes que exige el FMI.
Una aragonesa impulsa el movimiento en Australia.
 En España, el 15-M llama volver a Sol desafiando la prohibición de la junta electoral.
Y, Portugal, otro país "rescatado", vive al borde del colapso con grandes afecciones para sus habitantes.