Huesca toma la plaza el 19 de mayo de 2011

"En el fondo todos recordamos a V. Los ciudadanos se levantan anónimos y caminan hacia su sueño."

19 de mayo, 2011. Huesca. Ayer día 18 de mayo, hubo una asamblea ciudadana donde el 100% de los asistentes estaba de acuerdo en sumarse a las movilizaciones. En la red se anunció que los ciudadanos, indignados iban a tomar la calle, de nuevo, en otra ciudad en consonancia a las movilizaciones nacionales e internacionales. Se dijo que a las ocho íbamos a hacer una asentada en la conocida plaza Zaragoza. Era un evidente acto de protesta ante este descontento. Durante el día de hoy se ha ido respirando a pie de calle que algo iba a suceder aquí. Todos estaban enterados. Los medios lo habían anunciado. La red explotaba en comentarios. Visiblemente el día transcurría con total naturalidad hasta las ocho, aunque desde la red todos nos enteramos de las verdaderas noticias.

20:00 horas. Desde diferentes puntos llegábamos a la plaza. Ésta iba recibiendo a sus ciudadanos y ciudadanas. Iban llegando. Diferentes edades. Venían solos. Venían con amigos. Familias. Parejas. Todos venían para mostrar su indignación a la situación económica, social y política. La prensa está presente, entrevistas y comentarios. Ésto es multitudinario.

Establecimos una asamblea. Se nota que a la sociedad civil no nos han enseñado a gobernarnos, nos cuesta hablar en público. Nos costó organizarnos en la plaza. Estábamos ahí y no sabíamos que hacer, sentados, indignados, quietos, pero todos mostrábamos ganas de hacer algo porque estamos hartas, hartos. Indignadas. Multitud de individuos que formamos una colectividad, no hay cabeza, esto es espontáneo. Aplausos. Silbidos. Cánticos. «Le llaman democracia y no lo es», «No hay pan para tanto chorizo». Mientras tanto, quién quería cogía el megáfono y decía su opinión sobre esta situación. Predomina el decir sobre lo dicho. Se cantan unos slogans y se repiten. Hay ambiente festivo. Pacífico. Nos preguntamos: «para qué estamos aquí», «a dónde se quiere llegar». Los cánticos siguen. Opiniones. Aplausos. Los coches deceleraban para mirar lo que estaba pasando. Unos andando, solos o en pareja, se acercaban a mirar qué estaba sucediendo y se quedaban, otros, estaban un rato y seguían su camino.

Poco a poco íbamos haciendo círculos. Mientras en el megáfono se cantaba, se comentaba que íbamos a hacer una asamblea, se proponen escribir propuestas. Quién quiera tiene a su disposición esa posibilidad. El material no importa, cartones, cartulinas, qué más da...

Acabamos decidiendo que hoy, día 19 íbamos a acampar. En ese momento diferentes establecimientos nos ofrecen la posibilidad de alimentarnos, de ir al servicio, café y lo que necesitemos.

Los ancianos no pueden. Evidentemente. Quienes trabajan por la mañana tampoco les va bien. Para otros dormir al raso es duro, con cuarenta y tantos es mejor una cama y nos apoyan. Entendemos que estamos porque otros tantos que están con exámenes o tienen sus situaciones personales que no pueden desatender, no pueden estar. Lo entendemos. Sentimos su apoyo. Todos y todas nos dan ánimos. Nos apoyan. Está el sentimiento de apoyo y solidaridad. Nos apoyan todos. Todos, menos nuestros pseudorepresentantes que dicen que somos «antisistema» cuando los «antisistema» son ellos. Es una lástima pero no nos chupamos el dedo por esta y otras razones, reivindicamos que la democracia va a real y no formal, porque dos partidos infantiles que se enriquecen a costa de tirarse mierda, con listas cerradas e inamovibles, en las que en algunas localidades algunos políticos corruptos están ahí y siguen saliendo..., los dos partidos de siempre y libertad de expresión no es democracia. Ésta es una palabra mucho más profunda. La sociedad civil ha tomado conciencia, se ha sensibilizado. Se recogen las cartulinas, hojas, reversos de pancartas. Se leen las propuestas. Salen propuestas: “Basta ya de hipotecas y alquileres abusivos”. “Vivienda digna ya!! + de 1 millón de viviendas vacías en toda España”. “Reforma de la ley de D´hont. Listas abiertas”. “Cambio de ley electoral”. “Sanidad y educación públicas y de calidad”. “Laicismo efectivo ya”. “Control del poder económico”. Han sido unas ciento y pico propuestas. Todas dichas por megáfono. Todas nos incumben a todos, al trabajador, al parado, al pequeño y al mediano empresario, al autónomo, a todos, absolutamente toda la sociedad civil salvo la gran banca y las grandes multinacionales, mientras tanto la clase política se nutre siendo una casta privilegiada a costa de nuestros impuestos y permitiendo a la banca expoliarnos. Expoliar nuestros derechos, “¿por qué se llama gasto social y no inversión, pero sí se llama a inversión a infraestructura y fomento y no gasto? ¿Para que nos de lástima que el dinero sea destinado a nosotros?” Compartimos nuestra indignación. Nadie nos dirige. Somos nosotros, la sociedad civil es la que está tomando la iniciativa, porque nosotros somos los que vivimos la realidad, no ellos. Hay ánimos para acampar.

23:00 horas. Se va trayendo las tiendas de campaña a la plaza. Esterillas. Sacos de dormir. Algunos bares nos ofrecen comida gratuita. Les estamos muy agradecidos. Nos sentimos apoyados. Sentimos que quienes tienen un poquito más de juicio crítico saben que estamos hartos y esperamos que se sumen a este movimiento. Compartimos nuestra indignación, esa facultad que recuerda Hessel, que perderla supone perder una de las cualidades más maravillosas de un ser humano. Todavía quedan seres humanos por aquí y no parece que haya muchos... no sé como llamarlos, ¿acríticos?, que no ven la gravedad de la situación en la que nos encontramos. Los ancianos ya se han ido. Se va marchando gente, pero todavía otra tanta queda. Incluso hay alguna estudiante que tiene aquí sus apuntes de la universidad, del módulo, para poder ir mañana a estudiar. Se convocó una asamblea para tratar los puntos de organización. Las opiniones se suceden en la asamblea. Nos unimos al manifiesto de Madrid. Puede que incluso aportemos algún punto. Comemos tras una charla. Esperamos a los de Barbastro porque iban a llegar con una carpa.

Tras la cena, hemos ido montando las tiendas en la plaza y ubicándolas. Nos hemos ido estableciéndonos en ellas y nos hemos ido agrupándonos. Nos hemos hemos relajado por fin.

2:00 horas. Llegan y comenzamos a montar las carpas. Otros hacen fotos. Otros escriben qué sucede.

Es hora de descansar. Pero ya son las tres y es difícil dormir.

3:00 horas. Seguimos aquí. Permaneceremos. Resistiremos.

4:00 horas. Llega la policía. Son dos coches de la policía municipal. Se suma uno de la nacional. Paran al lado. No bajan. Se acaban marchando.

¡Mañana más y mejor! Movilízate.