jueves, 5 de septiembre de 2013

No a la guerra. El 15M de Huesca rechaza la intervención militar en Siria (y llama a la movilización)

El 15M de Huesca rechaza la intervención militar anunciada en Siria por Estados Unidos, Francia y otros países. La asamblea oscense de este movimiento “por una democracia real” considera hipócrita la postura de estos gobiernos que aluden a cuestiones humanitarias, cuando están actuando en ese país y en esa región en pro de intereses geoestratégicos y económicos.


Los indignados recuerdan, como han denunciado periodistas y organizaciones no gubernamentales, que estos y otros países han dado apoyo militar y de inteligencia y facilitando armamento durante estos dos años de guerra a algunos de los grupos que intervienen en ella, “sin que aparentemente les importasen los 100.000 muertos, los casi dos millones de refugiados, los millones de desplazados o las atrocidades que se han producido, ni todo el sufrimiento que estas circunstancias conllevan”.


¿Qué intereses defienden con sus bombardeos? ¿A quién representan?


Los gobiernos intervencionistas, -y los grandes partidos españoles que también se han manifestado a favor de entrar en la guerra- actúan, señala este colectivo, “en contra de las posiciones antibelicistas ampliamente mayoritarias de sus ciudadanos” (entre el 65% y 75% recogen las encuestas en Francia y Reino Unido). “Si no defienden la postura y los intereses de su población”, se pregunta el 15M oscense, “¿qué intereses pretenden defender estos gobiernos con sus bombardeos? ¿A quién representan?”.


 “Si no defienden la postura y los intereses de su población ¿qué intereses pretenden defender estos gobiernos con sus bombardeos? ¿A quién representan?”.



El propio Javier Solana reconocía en los pasados días en un diario español que “lo que se prepara nada tiene que ver con una acción de carácter humanitario”. Obama aceptaba igualmente que los bombardeos no van a acabar con las muertes de población civil. Participar en la guerra puede traer más guerra. La intervención en una zona especialmente sensible, con conflictos abiertos y numerosos intereses entrecruzados, y con triste frecuencia agitada por enfrentamientos bélicos, puede tener además unas consecuencias imprevisibles, con el riesgo de extenderse a otros países.


El papel y las exigencias de la sociedad civil


Desde organizaciones civiles sirias se está reclamando a las potencias extranjeras (Estados Unidos, Rusia, Irán, Arabia Saudí,…) que ejerzan su influencia hacia las partes en favor de la población y la profundización democrática del país, en lugar de usar el conflicto, las personas y el territorio, como parte de una partida de ajedrez, en la que persiguen otros objetivos.



Desde el 15M de Huesca se quiere expresar la solidaridad con la población Siria, y con los movimientos sociales que luchan por la democracia, los derechos humanos, las condiciones de vida y la paz de sus pueblos. Este colectivo llama a la ciudadanía expresar su opinión y a movilizarse contra unos bombardeos que “tratan de disfrazarse de humanitarios”.



“El recuerdo de las importantísimas movilizaciones que se desarrollaron en todo el mundo contra la guerra de Irak”, recuerda el comunicado, “están haciendo que, entre otros, el gobierno español, reduzca el entusiasmo belicista de entonces”. “Las excusas y mentiras que justificaron la participación en aquel conflicto –las famosas ‘armas de destrucción masiva’ nunca encontradas- han de mantenernos con espíritu crítico y precaución ante las afirmaciones de quienes quieren entrar en la guerra” señalan.


La importante oposición social mostrada ante la guerra de Irak sigue pesando en la postura de algunos gobiernos ante la de Siria

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